Poco antes de fallecer en enero de 2018, Ursula K. Le Guin y su amigo David Naimon tuvieron una serie de conversaciones muy significativas. Estas conversaciones giraron en torno a uno de los actos más profundos e íntimos que puede llevar a cabo una mente creativa: el acto de escribir.

Para Le Guin, la escritura era mucho más que una simple actividad. Era una forma de dar vida a mundos imaginarios, de explorar nuevos horizontes y de transmitir las mejores historias. Para ella, el poder de la imaginación era el combustible que alimentaba su creatividad y le permitía construir universos fascinantes.

Junto a Naimon, Le Guin tenía la intención de compartir estas conversaciones en un libro. Querían crear un diálogo amistoso y enriquecedor sobre el placer de imaginar y la vocación de escribir. Su objetivo era llegar a todos aquellos que quisieran sumergirse en el misterio de la creación y descubrir el potencial de sus propias mentes creativas.

El libro que planeaban crear sería una invitación a explorar el mundo de la escritura. Sería una guía para aquellos que desean adentrarse en el arte de contar historias y descubrir el poder de las palabras. Sería una obra llena de consejos, reflexiones y experiencias personales que inspirarían a los lectores a perseguir sus propios sueños creativos.

En resumen, las conversaciones entre Le Guin y Naimon fueron mucho más que simples charlas. Fueron una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la escritura y el poder de la imaginación. Su deseo de compartir estas ideas con el mundo muestra el profundo amor y respeto que sentían por el arte de escribir.

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