La poesía, como experiencia de conocimiento

La poesía no es una asignatura; tampoco es una colección de fósiles ni mariposas secas. Leer poesía no es clasificar entidades muertas para superar exámenes circunstanciales. No se trata, mucho menos, de describir su morfología externa y aprovechar la oportunidad para hacer excursiones por paisajes no literarios. La poesía constituye un proceso de conocimiento de las múltiples individualidades que conforman nuestra propia individualidad. La lectura es y debe ser una experiencia de conocimiento.

¿Qué importa si los versos son del siglo XII o del siglo XX? ¿Qué importa si los contextos históricos, sociales, estéticos o políticos son distintos y distantes? La poesía contiene un alma universal que nos afecta e implica porque nos muestra un rincón de nuestra alma por explorar.

La antología de 47 poemas que tienes en tus manos te ofrece la posibilidad de establecer de manera razonada y explícita el vínculo que siempre une al creador y al lector creativo. Y al mismo tiempo permite degustar todos los gustos e ingredientes que intervienen en el itinerario único que es la poesía catalana: poner el cerebro al viento de los corrientes estéticos, extender la ropa de la interpretación a los horizontes de las épocas y de las escuelas literarias, campar entre las formas cambiantes de los metros y los ritmos.

Leer este libro te ayudará a reconocer el traje con el que nuestro país, a lo largo de la historia, se presenta al mundo, porque un país también se debe entender por cómo canta, por cómo ha cantado.

Si leer poesía acaba convirtiéndose en una asignaturización de la lírica, solo puede ser responsabilidad del lector, ya sea estudiante o profesor. Con esta antología comentada te invitamos a traspasar los límites de la asignatura para aprender a interpretar, y a interpretarte, desde el poema concreto. Si leer poesía acaba convirtiéndose en una asignaturización de la lírica, solo puede ser responsabilidad del lector, ya sea estudiante o profesor.

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