El idioma bengalí, de origen sánscrito, ha evolucionado a lo largo del tiempo para convertirse en la lengua del pueblo. A lo largo de su historia, el bengalí ha absorbido influencias del persa, urdu, árabe y diversos dialectos, y posteriormente del inglés, portugués, francés e incluso del español. De esta manera, ha adquirido una riqueza comparable al sánscrito y la fluidez de una lengua moderna y abierta.

«La gran literatura no es más que una lengua cargada de significado en el grado más elevado posible» (Ezra Pound).

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