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A LA ESCUCHA DEL OTRO
En el ámbito de las ciencias del espíritu y, en especial, de la filosofía, existen palabras clave que nos permiten adentrarnos en nuevos territorios del conocimiento. Una de estas palabras es «revelación».
Bruno Forte reflexiona sobre este concepto crucial desde la Ilustración hasta nuestros días. Su enfoque histórico es a la vez sistemático, ya que nos muestra los dos aspectos de la revelación: por un lado, revelar los velos que ocultan la realidad para así comprender su verdadera esencia; por otro lado, proteger y preservar esa realidad para evitar empobrecerla y agotarla con un pensamiento superficial que no logre captar la profunda e insondable naturaleza del misterio que encierra.
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LA IGLESIA, ICONO DE LA TRINIDAD
Estas lecciones, avaladas por su acogida en el Instituto ecuménico de Bossey, forman en su conjunto una «breve eclesiología» que se articula en torno a tres importantes preguntas: ¿De dónde viene la Iglesia?, ¿Qué es la Iglesia?, ¿Adónde va la Iglesia?
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LA TRANSMISION DE LA FE
Desafíos y posibilidades en la transmisión de la fe
La tarea de transmitir la fe a las nuevas generaciones se presenta como un reto complejo en la actualidad. A pesar de la alegría y la belleza que experimenta el creyente al sentir el amor de Dios, a menudo las palabras parecen no ser suficientes para expresar estos sentimientos. Bruno Forte, teólogo y obispo, se embarca en la misión de definir los enfoques adecuados para establecer esta relación tan significativa.
El autor se concentra en los lenguajes más apropiados y en las motivaciones de amor desinteresado que pueden ser la clave para una transmisión efectiva de la fe. En sus propias palabras, «Estimulado por este conjunto de problemas y esperas, he tenido la oportunidad de reflexionar en profundidad sobre estos temas a lo largo de los años».
Los textos seleccionados en esta recopilación ofrecen una reflexión teológicamente fundamentada y cercana a la vida cotidiana. Se abordan los desafíos y las oportunidades relacionadas con la labor de transmitir la fe, que requiere un consentimiento libre tanto de la mente como del corazón.
Este enfoque no busca ser una teología abstracta, sino más bien un pensamiento arraigado en la experiencia eclesial, emergiendo de las vivencias y necesidades concretas de la comunidad. Es una especie de «teología militante», surgida para dar voz y nutrir la vida de la iglesia en su conjunto.
En resumen, se trata de una reflexión viva, surgida en el seno de la comunidad eclesial, que busca fortalecer y enriquecer la transmisión de la fe en un mundo en constante cambio.
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