Steven Nightingale, un californiano, llega a Granada con su familia con el objetivo de comprar una casa en el Albaicín. Allí se encuentran con el peculiar modo de vida español, lleno de hábitos y peculiaridades que les resultan extrañas. Esto da lugar a anécdotas tanto divertidas como curiosas.

Muy pronto, la fascinación por el lugar y sus habitantes envuelve por completo a Steven y su familia, y él siente una apremiante necesidad de conocer más sobre el rico pasado de su nueva ciudad adoptiva. Su investigación revelará conclusiones de enorme interés, tanto para él como para el lector hispano.

En Granada, una cultura híbrida que combina tradiciones islámicas, judías y cristianas dio lugar a una vanguardia intelectual cuyos logros solo pueden compararse con los de la antigua Atenas, la dinastía Ming o la Italia renacentista.

La Granada medieval fue testigo del florecimiento de la poesía en varios idiomas, las primeras traducciones de la filosofía griega, el nacimiento del álgebra y la creación de obras maestras como la Alhambra y el Generalife.

Sin embargo, con la culminación de la Reconquista, una mitología católica de España comenzó a erosionar su reputación secular como un paraíso para múltiples etnias y minorías.

Al relacionar este retroceso con el nacionalismo franquista, cuya ejecución de Lorca simboliza la represión del patrimonio cultural andaluz, Nightingale demuestra hasta qué punto ese auge católico oscureció la rica diversidad cultural y étnica de Granada.

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