La asimilación del hecho militar en las democracias modernas se considera uno de los indicadores de salud de los sistemas políticos. Existen razones para esto, ya que los ejércitos tienen los medios necesarios para ejercer la violencia legítima estatal. No hay una fórmula más peligrosa para el futuro de una sociedad que proporcionarle al soldado los medios para destruir la democracia y, a continuación, darle motivos suficientes para hacerlo, según sostiene el libro.

El autor investiga con precisión quirúrgica las raíces de esta preocupante realidad. Describe cómo son los militares, en qué creen, cuál es su relación con la violencia y cómo interactúan con la sociedad civil, el poder y los políticos. También se aborda una aproximación ilustrada a temas que marcan la vida política española, como la influencia de los nacionalismos, la cohabitación de los tres poderes y los déficits que, después de años de desafección, se han integrado en las propias Fuerzas Armadas.

Este ensayo no dejará indiferente a quienes se acerquen a sus páginas. A través del análisis de episodios pasados, los que están ocurriendo actualmente (como en Ucrania) o incluso aquellos que sin duda ocurrirán en el futuro (como en Taiwán, Ceuta y Melilla), aspira a ser una reflexión profunda sobre el papel del militarismo en las democracias modernas.

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