La llegada masiva de turistas a mediados de la década de los sesenta del pasado siglo convirtió al turismo en el motor económico de las islas Baleares. Sin embargo, las consecuencias de esta transformación no se limitaron solo a lo económico. La sociedad balear sufrió cambios en su composición y en sus hábitos y costumbres.

Procedentes de países con regímenes democráticos y menos condicionados por una religiosidad opresiva como la que se vivía en la España de Franco, los turistas llegaron en grandes cantidades. Además, inmigrantes de la península acudieron a las islas para trabajar en los hoteles y restaurantes, enfrentándose a condiciones laborales y humanas muy precarias.

En este contexto, los sindicatos clásicos, que habían sido desmantelados después de la Guerra Civil o nacidos en pleno franquismo, no prestaron suficiente atención al colectivo de trabajadores de hostelería. Sin embargo, un grupo de cristianos de Mallorca, influidos por la nueva visión que propició una parte de la Iglesia española en torno a los años sesenta, comprendió la necesidad de combatir la indefensión laboral en la que se encontraban estos trabajadores.

Así fue como se creó, a partir de ese primer embrión, un sindicalismo en el sector de la hostelería balear, que protagonizó algunas de las páginas más combativas de la historia laboral de las islas. Este libro reconstruye esta historia, destacando el papel fundamental que desempeñaron estos sindicatos en la defensa de los derechos laborales de los trabajadores de la hostelería en las islas Baleares.

VER PRECIO EN AMAZON