A principios de los años noventa, un reducido grupo de intensivistas mostró interés en el fracaso renal agudo en UCI, cuando este campo se consideraba responsabilidad del nefrólogo. En este contexto nació el grupo de trabajo de nefrointensivismo.

El aprendizaje inicial fue, en muchas ocasiones, «artesanal» al tener que improvisar y adaptar sistemas diseñados para otros escenarios. Entre estos sistemas se encontraban los de hemofiltración arteriovenosa y los primeros sistemas vena-vena, derivados de los monitores de diálisis intermitente. Además, se desarrollaron los primeros monitores específicos que han evolucionado hasta nuestros días. Todo esto fue posible gracias a la constante evolución de la industria, que creaba cada vez más y mejores sistemas.

Desde el principio, este grupo de profesionales creció con una vocación claramente educadora. Desde el primer curso, en 1999, han sido numerosos los profesionales que han pasado por estos talleres. A lo largo del tiempo, se ha ampliado el grupo para incluir especialistas de otras áreas como nefrólogos y pediatras, dado que el nefrointensivismo se solapa con diferentes especialidades. Sin embargo, siempre se ha mantenido el espíritu inicial: aprender y transmitir lo aprendido.

En la actualidad, la disfunción renal se considera parte de los problemas del paciente crítico. La tecnología ha avanzado de forma espectacular y el número de publicaciones sobre el tema ha aumentado considerablemente. A pesar de esto, cada vez más profesionales se interesan por recibir formación específica en el campo del nefrointensivismo.

Tras doce años de mejora y experiencia, los autores presentan esta guía de respuesta rápida. En ella, se ofrecen unos algoritmos concretos y definidos para abordar el tema. Posteriormente, los lectores podrán ampliar sus conocimientos y comprender el porqué del esquema mediante la lectura detallada del capítulo.

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