Montenegro es un destino que deleita a los amantes de la naturaleza y la buena vida. Excursionistas, esquiadores y submarinistas encuentran su paraíso en este país, que cuenta con cinco parques nacionales y un magnífico litoral de trescientos kilómetros. ¡El mar Adriático y las majestuosas montañas están a un paso de distancia!

Su patrimonio arquitectónico es una fusión de diferentes imperios que han dejado su huella en estas tierras: ilirio, austriaco, griego, romano, veneciano y turco. La arquitectura sólida de las casas y monasterios ortodoxos contrasta con la elegancia de los palacios en las bahías de Kotor, el lujo de Porto Montenegro y la belleza de la isla de Sveti Stefan.

Por un lado, nos encontramos con la joven y occidentalizada población de las ciudades, ávida de intercambios culturales y artísticos que cada vez organiza más eventos. Por otro lado, existe una población rural que vive en armonía con la tierra y la vid, siguiendo un estilo de vida auténtico y arraigado.

En el interior montañoso del país, donde el turismo aún está por desarrollarse completamente, los extranjeros son recibidos de manera sencilla y humana, reflejando la hospitalidad de los montenegrinos.

Las visitas a Montenegro están llenas de emocionantes excursiones, actividades acuáticas, fiestas y eventos culturales en lugares cada vez más sorprendentes. Sea cual sea su plan, prepárese para descubrir paisajes impresionantes y no olvide llevar unas buenas zapatillas deportivas para recorrer estas tierras tan fascinantes.

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