Presentamos dos de las primeras obras de Tim Crouch, reconocido como uno de los autores más innovadores en la escena contemporánea británica. Según Stephen Bottoms, distinguido profesor de Artes Escénicas en la Universidad de Manchester, el teatro de Tim Crouch representa una de las poéticas más relevantes en la dramaturgia en lengua inglesa del siglo XXI: «No puedo pensar en otro autor actual que haya cuestionado de manera tan convincente la forma escénica, el discurso narrativo y el compromiso con los espectadores».

Mi brazo es la historia de un gesto vacío. Narra la historia de un niño que, por pura obstinación, levanta su brazo y lo mantiene así durante los próximos treinta años. Con el tiempo, se convierte en un famoso espécimen médico y en un ícono de la escena artística de Nueva York. Según el autor, «la acción del niño es más significativa para los demás que para sí mismo. Su brazo se convierte en el objeto inanimado definitivo alrededor del cual los demás proyectan sus propios símbolos y significados».

Un roble relata el encuentro en un escenario entre un hipnotizador y el padre de una niña que accidentalmente mató con su coche. Es una obra sobre la pérdida, la sugestión y el poder de la mente. La dramaturga Caryl Churchill, entusiasmada con el texto, dijo: «Crouch piensa el teatro de una manera única y desafiante. Sus obras nos invitan a reflexionar sobre la condición humana y la complejidad de nuestras interacciones».

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