Enseñamos a nuestros hijos a leer y a andar en bicicleta. Les explicamos por qué llueve y por qué no es una buena idea bañarse. Sin embargo, cuando se trata de hablar sobre las emociones complejas e incontrolables de los niños, los padres a menudo nos sentimos perdidos.

La autora, una psicóloga clínica y terapeuta familiar, nos brinda una brújula para orientarnos a través del caleidoscopio de emociones que experimentan los niños de entre 4 y 11 años. La doctora Lane muestra que el papel de los padres no es tratar de evitar que los niños experimenten emociones no deseadas, sino ayudarles a ser conscientes de ellas y fomentar la conexión y la aceptación.

Así, en lugar de intentar reprimir la ira, la ansiedad o la angustia, lograrás transmitir confianza y ser un apoyo para tus hijos. Aprende cómo lograrlo con 5 sencillos pasos: buscar la simplicidad, fomentar la aceptación, reaccionar con compasión, jugar más y «contener» las emociones difíciles y conectar con ellas.

De esta manera, tus hijos podrán navegar por sus complejas emociones y desarrollar resiliencia e inteligencia emocional que les acompañarán a lo largo de toda su vida.

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