En una excursión de camping con la escuela, a Litus le toca ser compañero de Lluïsot, el niño más grande de su clase. En su mochila, ha puesto un montón de cosas por si acaso las necesita.

Justo al llegar, sin querer, le golpea el pie a Lluïsot con un martillo, pero… ¡con lo que ha llevado en la mochila, puede vendárselo! Aunque le venda el pie equivocado. Después, intenta ayudarlo a lavar su ropa en el río, pero se lo lleva la corriente.

Lluïsot, desesperado, le pide a la profesora que lo cambie de compañero, pero Litus terminará demostrando que es un buen amigo y siempre está ahí cuando se le necesita.

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