Los katas Jitte se caracterizan por el uso de los brazos como si fueran bastones, lo que requiere una gran precisión y control. Por otra parte, el kata Hangetsu destaca por sus movimientos circulares de manos y pies, los cuales deben estar perfectamente coordinados con la respiración para lograr una ejecución fluida y potente.

En contraste, el kata Empi se distingue por sus movimientos naturales y ágiles, que se combinan con técnicas continuas para crear una secuencia dinámica y efectiva. Cada uno de estos katas representa un desafío único para los practicantes de artes marciales, que buscan perfeccionar su técnica y concentración a través de la práctica constante.

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