Esta obra ofrece la primera historia coherente de la imagen sagrada en el cristianismo. Una historia que abarca 1200 años, desde las postrimerías de la Antigüedad hasta los comienzos de la Edad Moderna. Durante este extenso periodo, los cristianos comenzaron a utilizar imágenes de culto «paganas» que antes eran desaprobadas. Los iconos, las estatuas y las imágenes de altar se convirtieron en elementos centrales de interés público y desempeñaron funciones simbólicas en la historia social.

Estas imágenes sagradas también dieron testimonio de la verdad de la religión y del estatus de las instituciones, pero no estuvieron exentas de ser destruidas. A lo largo de más de mil años, las imágenes sagradas fueron objeto de controversia y enfrentamientos. El autor de esta obra intenta reconstruir la estética propia de estas imágenes de culto.

Con más de 300 ilustraciones y un anexo que recopila fuentes escritas sobre el uso y el abuso de las imágenes, este libro es imprescindible para comprender la importancia de la imagen tanto en Oriente como en Occidente. También permite entender la «aparición del arte» en los inicios de la Edad Moderna.

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