Desde el año 2012 hasta el 2020, Francis Meslet ha capturado la esencia de cientos de lugares de culto abandonados en Europa. Estos lugares, con el paso del tiempo, han quedado sumidos en el silencio, donde solo se escucha el susurro del viento y el goteo constante de agua.

A pesar de esto, estos silencios misteriosos atraen a unos pocos visitantes valientes. En una iglesia alemana, solían recitarse oraciones en latín, mientras que en un colegio católico francés, los gritos de los niños resonaban al sonar de su campana. ¿Pero quién podría imaginar los sonidos ocultos tras los muros de una cripta en el corazón de las montañas italianas o en la tumba de un antiguo convento en Portugal?

Francis Meslet, en su tiempo libre, recorre el mundo entero en busca de estos lugares olvidados, santuarios que quedaron congelados en el tiempo cuando el hombre cerró sus puertas. Cada fotografía es un testimonio de la majestuosidad y la historia que yacen tras estos muros desgastados por el paso del tiempo.

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