Las flores del espíritu y del conocimiento y la búsqueda de la comprensión de las leyes que nos rigen desde siempre, son temas centrales en esta novela. El protagonista de mayor peso narrativo es Néstor Padilla, hijo de un maestro con convicciones republicanas. Néstor está a punto de ingresar en la Universidad de Madrid cuando estalla la guerra civil. Su alma y empeño de escritor lo convierten en un referente y cronista del relato, siempre comprometido con sus seres queridos y sus ideales.

Otra figura destacada es Gloria, una indómita heroína y bravamiliciana. Es amante de Carmelo Mayorga, profesor del Instituto de Teruel, quien está fervorosamente entregado a ella y a la causa republicana. Carmelo es sacrificado, al igual que muchos docentes, en el Madrid sitiado de 1936. El texto que nuclea la historia con su pulso emotivo y referencial es escrito por el mismo Carmelo.

También se destaca Luis Mayorga, hijo de Gloria y Carmelo, quien es abandonado en medio de la barbarie y la intolerancia, pero es rescatado por Néstor en Toledo. Carmelito, hijo de Luis y la dulce Nélida -mitad española, mitad mexicana-, se convierte en el último testigo y heredero de los tiempos de la sinrazón, el olvido y la distancia.

Huberto, amigo de Néstor y Carmelo, también juega un papel importante en la historia. Compartieron el sublime privilegio de recibir el tesoro más noble que un ser humano puede adquirir: la amistad verdadera y duradera. Juntos, enfrentaron los desafíos propios de un tiempo marcado por la guerra y la opresión.

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