En su obra Hegemonía sexual, Christopher Chitty explora los quinientos años de historia de las relaciones sexuales en el contexto capitalista. Este libro nos sumerge en una arqueología detallada de cómo la clase burguesa ha intentado regular la homosexualidad a lo largo de la historia, así como de las diversas formas de resistencia y lucha de clases que han surgido en este ámbito.

Chitty nos lleva a recorrer la politización de la homosexualidad masculina en diferentes épocas y lugares, desde la Florencia del Renacimiento hasta Ámsterdam, París, Londres y la ciudad de Nueva York en diferentes momentos históricos. Nos muestra cómo la sexualidad se ha convertido en un elemento crucial en la acumulación de capital, así como en una herramienta fundamental de dominación por parte de la burguesía.

Ya sea a través del control de la sodomía masculina en la Florencia de los Médici o de las acusaciones recurrentes contra la aristocracia francesa por practicar una sexualidad «monstruosa» durante la Revolución francesa, la burguesía ha utilizado tanto la represión como la aparente libertad sexual para moldear y controlar a las clases trabajadoras, convirtiéndolas en una pieza más del engranaje productivo, subordinadas a la sociedad civil y al Estado.

Al abordar la sexualidad como un terreno de lucha social, como un espacio privilegiado para la confrontación de clases, Chitty nos invita a reflexionar sobre la necesidad de una política que desmonte la sexualidad como herramienta y como efecto del poder dominante.

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