El origen de la generación frecuente de polvo está en la extracción y preparación mecánica de los áridos. En esta Guía, se presentan las medidas preventivas y de control del polvo, tanto en las instalaciones de áridos como en las explotaciones.

Para evitar la dispersión de polvo en las explotaciones de áridos, es fundamental realizar un riego eficiente de las zonas de trabajo. Además, se recomienda utilizar sistemas de supresión de polvo, como aspersores o nebulizadores, para mantener el polvo bajo control.

En cuanto a las instalaciones de áridos, es importante contar con sistemas de captación y filtrado de polvo en los puntos de emisión. Estos sistemas deben ser adecuados y estar en buen estado de funcionamiento para garantizar una eficiente reducción de la dispersión de polvo.

Además, se deben implementar medidas organizativas, como limitar la velocidad de circulación de vehículos en las instalaciones, para reducir la generación de polvo. También se recomienda establecer zonas de lavado de vehículos y equipos, para evitar que el polvo se disperse fuera de las instalaciones.

Es fundamental concienciar a los trabajadores sobre la importancia de seguir las medidas preventivas y de control del polvo. Se deben proporcionar equipos de protección personal adecuados, como mascarillas, para minimizar la exposición al polvo.

En resumen, la extracción y preparación mecánica de los áridos son las principales fuentes de generación de polvo. Sin embargo, siguiendo las medidas preventivas y de control descritas en esta Guía, es posible reducir la dispersión de polvo tanto en las explotaciones como en las instalaciones de áridos.

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