Este libro aborda la economía de la Unión Europea, una Organización internacional que alberga un proceso de integración peculiar que comenzó en la década de los cincuenta del siglo pasado y que ha seguido avanzando desde entonces. El estudio de la UE despierta un gran interés a nivel internacional y aún más entre los ciudadanos de la Unión, ya que muchos de los actos que realizan a diario están determinados, directa o indirectamente, por ella.

Desde sus inicios, la integración europea se concibió como un proyecto político y nunca ha dejado de serlo. Su mayor éxito ha sido la inclusión de casi todos los Estados europeos en su seno (aunque el proceso aún no ha concluido), independientemente de su tamaño o riqueza. En este proyecto común, los miembros se comprometen a compartir y respetar los valores de la libertad, la justicia y la democracia.

El aspecto central de esta integración es de orden económico, y en este ámbito la Unión concentra la mayor parte de sus competencias. A pesar de los muchos problemas que aún quedan por resolver, se ha logrado establecer una amplia red de intereses económicos y relaciones sociales que vale la pena preservar. Se ha creado un mercado interior que, a pesar de sus deficiencias, funciona de manera aceptable; se ha fomentado cierta solidaridad entre los Estados, a través del presupuesto común, que beneficia más a los menos desarrollados; y se ha establecido una unión económica y monetaria, aunque aún incompleta, que ha resultado ser un buen paraguas para combatir la crisis económica. Sin embargo, la gran tarea pendiente para lograr una verdadera integración económica y hacer viable el modelo es la implementación de una política fiscal también común.

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