Es un tema recurrente. Historias similares se escuchaban antes: en tales escuelas… con tales sacerdotes… Siempre, como algo sagrado, lo hacía por él, no solo para él, sino también para quienes le rodeaban y sufrían por ello.

Por eso es mejor callar, sin alardear demasiado. Pero ha llegado el momento de hablar y nombrar los acontecimientos por su nombre. Estamos hablando de los casos de pederastia dentro de la iglesia, los abusos sexuales cometidos por sacerdotes y frailes a jóvenes. Escándalos de este tipo surgieron primero en el mundo anglosajón, pero la ola se ha extendido por todo el mundo, incluido entre nosotros.

Alberto Barandiaran, Iñigo Astiz y Miren Rubiok, los tres periodistas de renombre, han sacado a la luz lo que estaba oculto, en este extenso reportaje sobre los casos de pederastia en la iglesia vasca. Son eventos conocidos por algunos, a veces los más recientes se han difundido en otros. Los sucesos recientes, así como los de las últimas cinco décadas, suelen ser difíciles de contar para las víctimas que han soportado años de dolor silencioso por los abusos.

Estas son las historias que deben contarse, porque el silencio, además de aumentar el sufrimiento de las víctimas, hace que la iglesia pierda la confianza que desearía tener en la sociedad; historias que deben contarse, pero no solo las que ya se han dado a conocer hasta ahora, ya que los casos revelados hasta ahora no son más que una pequeña parte de todo lo sucedido. Un iceberg…

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