Europa se enfrenta a una grave crisis cultural, pero es necesario preguntarnos si realmente se trata de una guerra civil cultural o más bien de una crisis moral. En este sentido, el autor nos ofrece un profundo diagnóstico, analizando los orígenes de Europa como una realidad empírica y un proyecto de comunidad política y social mejor.

Europa aspira a ser una comunidad ética, cuyas raíces se encuentran en Grecia, Roma y Jerusalén. Su sensibilidad moral está condicionada tanto por la herencia cristiana como por las luchas que ha tenido que enfrentar en su historia. Reconocer y valorar esta herencia no implica violar la libertad religiosa de los europeos, sino más bien protegerla.

Es importante no confundir neutralidad con laicismo, ya que esto solo genera desconcierto y abre la puerta a la barbarie. Europa debe comprender que su identidad y valores se construyen a partir de su historia y tradiciones, sin dejar de ser respetuosa con la diversidad y la libertad de pensamiento.

Ignacio Sánchez Cámara, catedrático de Filosofía del Derecho y colaborador de ABC y Cope, nos brinda su perspectiva sobre este tema. Además de su destacada labor académica, ha escrito varios libros que abordan cuestiones fundamentales para comprender la sociedad actual, como la teoría de la minoría selecta en el pensamiento de Ortega y Gasset, el derecho y el lenguaje, la degradación de las masas y la importancia de la familia como institución de la vida.

Por su trayectoria y conocimiento, Ignacio Sánchez Cámara ha sido reconocido con el Premio Luca de Tena en 1998 y el Premio Bravo de Prensa de la Conferencia Episcopal Española en 2008. En la actualidad, desempeña el cargo de Consejero de Educación de España en Roma, aportando su experiencia y visión en el ámbito educativo.

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