El eneagrama es una herramienta poderosa para comprender la personalidad humana. Claudio Naranjo y su equipo han trabajado arduamente para recopilar todo el conocimiento sobre los 27 tipos de personalidad en una obra definitiva de nueve volúmenes.

Uno de los tipos de personalidad más intrigantes es el envidioso, que se caracteriza por su pasión por controlar y comparar su existencia con la de los demás. Su objetivo principal no es buscar la satisfacción personal, sino perpetuar un estado de infelicidad y carencia para llenar el vacío existencial que sienten.

La envidia lleva al envidioso a idealizar el amor, pero ninguna persona o cosa logra satisfacer sus expectativas. Constantemente, se ven condenados a mirar a los demás con ojos llenos de demandas interminables.

Los subtipos de la envidia son los más contrastantes dentro del eneagrama. Por un lado, están los abnegados, quienes han aprendido a reprimir su voracidad y ocultar su vulnerabilidad detrás de una fachada de sacrificio. Por otro lado, están los odiadores, quienes son competitivos y tienen deseos intensos de «canibalizar» a los demás. Y finalmente, están los melancólicos, quienes se quejan constantemente y dependen emocionalmente de los demás, estimulando en ellos la necesidad de protección.

En el séptimo volumen de la obra «Psicología de los eneatipos», titulado «Envidia», se describe al eneatipo Cuatro como un carácter propenso a las relaciones de dependencia y abuso. Además, se destaca su tendencia a autolesionarse e incluso a desarrollar enfermedades. Este eneatipo también se caracteriza por su gran sensibilidad hacia el sufrimiento ajeno.

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