Según la teoría política republicana, la protección pública es esencial para garantizar la libertad del pueblo. Esta protección implica salvaguardar a las personas contra cualquier forma de sometimiento o dominación en el ejercicio de sus libertades básicas. Sin embargo, surge un dilema, ya que la protección pública requiere la existencia de un Estado coercitivo.

Este planteamiento plantea un problema, ya que la coerción implica una restricción de la libertad para aquellos que son coaccionados. Para abordar esta cuestión, Philip Pettit sostiene que la coacción estatal no implica sujeción o dominación si todas las personas comparten igualmente el control democrático sobre las decisiones que se toman.

Pettit propone una teoría normativa de la democracia que busca garantizar que la coacción política no sea dominante. Además, complementa esta teoría con un modelo realista de instituciones que podrían promover este objetivo. Su enfoque proporciona una nueva orientación para el pensamiento democrático al enfocarse en la lógica y la organización de la democracia desde la perspectiva del pueblo.

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