Aunque pueda sonar extraño, es bastante común tenerle miedo a la jardinería. El diseño puede resultar inquietante, y la horticultura está llena de términos en latín que pueden resultar incomprensibles para muchos. Muchas veces no pensamos en los jardines hasta que nos vemos en posesión de uno, y es ahí cuando nace el miedo.

A pesar de que el jardín puede haber influido en nuestra decisión de mudarnos a una casa o a un piso, descubrimos que rediseñarlo no es tan sencillo como hacerlo con una cocina o un baño. De hecho, parece lanzarnos reproches cada vez que lo miramos desde la ventana. Nos dicen que es una habitación al aire libre, pero no damos con la forma de disfrutarla.

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