Punto de encuentro entre culturas a lo largo de los siglos, los fenicios, cartagineses, romanos, árabes y catalanes encontraron en la isla un lugar estratégico para la navegación por el Mediterráneo. Tal vez debido a esta convivencia multicultural secular, o por razones que escapan al entendimiento humano, o simplemente porque aquí existe, Ibiza transpira una patente tolerancia: cada uno es como es y en Ibiza cada cual puede ser como quiera. Y todo ello en medio de un suave y ondulado paisaje natural que limita con el mar en todas partes y expande el espíritu a altas cotas de plenitud.

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