Un libro imperdible para comprender el papel de la mujer en la Iglesia. En el Sínodo de los obispos sobre la familia de octubre de 2015, se escucharon por primera vez algunas voces femeninas, y en el documento final se encontraron rastros del punto de vista de las mujeres. Lucetta Scaraffia, «sentada en el último banco del aula sinodal», ha logrado enfocarse en los temas y núcleos de la discusión. En esta obra, reclama y expande lo que afirmó durante su intervención en el Sínodo: la Iglesia no puede olvidar que el cristianismo ha sido la primera institución en proponer la paridad espiritual entre mujeres y hombres, y que la tradición cristiana fue la que sembró la semilla de la emancipación femenina en Occidente.

La mujer es la única que puede devolver vitalidad y corazón a una estructura esclerotizada y autorreferencial. Estas páginas irradian, con gran fuerza, la conciencia de que «sin la mujer -como escribe la autora-, la Iglesia no puede pensar en el futuro, porque son precisamente las mujeres las que la mantienen en pie, y que ya no aceptan servir sin ser escuchadas».

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