En el universo literario, una ciudad cobra vida a través de la pluma de sus escritores. Alex Chico entiende a la perfección esta premisa al sumergirse en Barcelona, la ciudad que considera su musa y su hogar emocional. Cada rincón, cada calle, cada monumento de la urbe brinda una fuente inagotable de inspiración, como si se revelara en todo su esplendor cuando es observada por un escritor perspicaz.

A lo largo del tiempo, Alex Chico se ha entregado por completo a Barcelona, devorando libros sobre ella, admirando sus obras de arte y explorando sus calles con devoción. Sin embargo, en lugar de sentirse satisfecho, esta familiaridad solo aviva su deseo de conocerla más a fondo, de conectarse con sus habitantes, de revivir la magia de sus escritores favoritos y dejarse llevar por la esencia de la ciudad.

El arte de pasear, de ser un flâneur, requiere entrega y pasión por parte del caminante, pero también la colaboración entusiasta de las piedras y los habitantes de la ciudad. Barcelona se presta a este juego, ansiosa de ser explorada, de ser descubierta en sus múltiples capas. Alex Chico la retrata como una dama enigmática, deseada por todos, pero que guarda sus secretos con indiferencia.

Grandes escritores como Mercede Rodoreda, Montserrat Roigs, Juan Marsé, Terence Moix, Vázquez Montalbán, entre otros, han sentido la misma fascinación por el alma de Barcelona y han plasmado en sus obras la esencia única de esta ciudad. Con ellos como guías inmortales, Alex Chico pasea por las calles de Barcelona, anhelando siempre regresar a ese lugar que lo cautiva una y otra vez.

VER PRECIO EN AMAZON