El rey Barba Azul se casa por séptima vez. Su nueva esposa tiene permiso para entrar en todas las habitaciones de su casa, excepto una. ¿Por qué?

Barba Azul era un hombre misterioso y sombrío. A pesar de sus riquezas y su estatus como rey, su apodo se debía a su barba azulada, que le daba un aire siniestro. Muchas mujeres habían caído bajo su encanto, pero ninguna había logrado sobrevivir a su matrimonio.

La séptima esposa, una joven valiente y curiosa, estaba determinada a descubrir el secreto detrás de la prohibición de la habitación misteriosa. Ignorando las advertencias de su esposo, decidió explorarla. Con el corazón latiendo rápido, abrió la puerta y quedó atónita ante lo que encontró.

La habitación estaba llena de cuerpos sin vida de las esposas anteriores de Barba Azul. El horror se apoderó de ella, pero antes de que pudiera reaccionar, el rey apareció en la puerta. Furioso por su desobediencia, la joven esposa estaba segura de que su vida estaba en peligro.

Barba Azul tomó a la joven por los hombros y le explicó la razón detrás de su prohibición. Era un hombre atormentado, obsesionado con la muerte y la desaparición del amor. Había jurado nunca volver a enamorarse y había decidido guardar los restos de sus esposas como un recordatorio constante de su dolor.

Aunque la joven esposa temblaba de miedo, también sentía compasión por el rey. Con su astucia e inteligencia, logró convencerlo de que había aprendido la lección y que su amor y devoción eran verdaderos. Barba Azul, conmovido por su valentía y sinceridad, decidió perdonarla.

Desde aquel día, el rey Barba Azul y su séptima esposa vivieron en armonía. Ella pudo entrar libremente en todas las habitaciones de la casa, y juntos encontraron la paz y el amor que tanto habían anhelado.

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