En un análisis original e innovador de Pierre Clastres, se revela que las sociedades indígenas no son organismos que desconocen el poder del Estado. Por el contrario, son sociedades de la multiplicidad y la diversidad, que se resisten a ceder ante la lógica de la unidad y defienden la libertad a toda costa.

La ecuación hombre-guerrero, presente en todos los aspectos de la vida social, es relevante en todas las culturas. A través de la guerra, los grupos que conforman la sociedad primitiva se oponen al poder autoritario del Estado, utilizando la confrontación como herramienta de resistencia.

En este ensayo de alto nivel científico, el autor analiza el comportamiento bélico de etnias que hoy en día se encuentran casi desaparecidas. A través de este estudio, se sugiere una imagen de la sociedad primitiva como una «sociedad para la guerra», que a su vez se posiciona en contra del guerrero como figura de dominio.

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