El carácter sombrío de Hardin sigue jugándole malas pasadas, y escapa por poco de ser expulsado de la universidad. Por su parte, Tessa se encuentra con su padre por casualidad en una esquina. Hardin, siempre incontrolable, no facilita este encuentro inesperado. Tessa tendrá que enfrentar la pregunta más dolorosa: ¿Podrá Hardin abrirse algún día? Un fin de semana en la casa del padre de Hardin es la oportunidad perfecta para centrarse en su historia.

El encuentro entre Riley y Lillian les enseñará mucho más que todas sus peleas. Sin embargo, se acerca la partida a Seattle… Es el momento de tomar las decisiones correctas. Pero ¿es capaz Hardin de dejar de lado sus demonios para seguir a Tessa? ¿Será el apasionado deseo de estar juntos más fuerte que todos los obstáculos?

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