Todas las técnicas de puños, golpes, patadas, paradas, esquivas y defensa son fundamentales en cualquier arte marcial. Cada una de estas habilidades juega un papel importante en el desarrollo de un luchador completo.

Los puños son uno de los elementos básicos en el combate cuerpo a cuerpo. Con un puñetazo bien ejecutado, se puede infligir un daño significativo al oponente. Además, la técnica adecuada de puñetazo puede permitir al luchador mantener una posición defensiva sólida.

Los golpes, por otro lado, son movimientos más amplios y poderosos. Estos movimientos requieren una buena coordinación y fuerza para ser efectivos. Los golpes pueden ser tanto directos como circulares, y pueden ser utilizados para atacar diferentes partes del cuerpo del oponente.

Las patadas son una de las armas más versátiles en el combate. Pueden ser lanzadas desde diferentes ángulos y alturas, lo que dificulta la defensa del oponente. Además, las patadas pueden ser utilizadas tanto para atacar como para bloquear los ataques del oponente.

Las paradas son movimientos defensivos que se utilizan para bloquear los ataques del oponente. Un buen bloqueo puede detener un golpe o una patada, evitando así cualquier daño al luchador. Las paradas también pueden ser utilizadas para desviar el ataque del oponente y abrir una oportunidad para contraatacar.

Las esquivas son movimientos evasivos que se utilizan para evitar los ataques del oponente. Estos movimientos implican moverse rápidamente fuera del alcance del ataque, evitando así cualquier golpe o patada. Las esquivas requieren una buena coordinación y agilidad para ser efectivas.

La defensa es la habilidad de protegerse de los ataques del oponente. Esto implica tanto el bloqueo de los ataques como el esquivarlos. Una buena defensa puede permitir al luchador mantenerse a salvo y encontrar oportunidades para contraatacar.

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