En este artículo, haremos un repaso de la historia celta y romana de la ciudad de Tarragona, así como de sus antigüedades y monumentos.

La ciudad de Tarragona, ubicada en la costa noreste de España, tiene una rica historia que se remonta a la época celta. Los celtas fueron los primeros en establecerse en esta región, dejando su huella en la cultura y en la topografía del lugar.

Con la llegada de los romanos en el siglo III a.C., Tarragona se convirtió en una importante ciudad de la provincia de Hispania. Los romanos construyeron numerosos edificios y monumentos que todavía se pueden admirar en la actualidad.

Uno de los principales atractivos de Tarragona es su anfiteatro romano, construido en el siglo II a.C. Este imponente coliseo fue utilizado para albergar espectáculos y luchas de gladiadores, y aún conserva gran parte de su estructura original.

Otro lugar de interés es el Circo Romano, un antiguo hipódromo utilizado para carreras de carros. Aunque gran parte de sus ruinas se han perdido con el tiempo, todavía se pueden apreciar algunas de sus gradas y arcos.

Además de los monumentos romanos, Tarragona también cuenta con una gran cantidad de antigüedades celtas. Estas incluyen cerámicas, herramientas y joyas que muestran la habilidad y el arte de esta antigua civilización.

En resumen, la ciudad de Tarragona es un tesoro histórico que combina la influencia celta y romana. Sus monumentos y antigüedades son testigos de su pasado glorioso y son una visita obligada para los amantes de la historia.

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