Los circuitos cerebrales asociados con las conductas sexuales presentan diferencias estructurales. Sin embargo, estas diferencias no se hacen aparentes hasta la pubertad, lo que sugiere que tanto los factores prenatales (genética) como los postnatales (hormonas) juegan un papel crucial en el establecimiento de la naturaleza dimórfica sexual en estos circuitos cerebrales que median las conductas sexuales.

Es fundamental comprender el conjunto de neurotransmisores que intervienen en la respuesta sexual humana, tanto a nivel cerebral como periférico. Esto nos proporciona una explicación bioquímica de la conducta sexual. Además, el conocimiento de los correlatos neurobiológicos es de gran utilidad para intentar comprender y explicar los trastornos sexuales, que cada vez son más frecuentes. Uno de estos trastornos es el trastorno hipersexual, del cual todavía no se ha llegado a un acuerdo sobre su fisiología.

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