En los difíciles años de la década de los cuarenta del siglo XIX, Miguel Ángel Alejos Burriel, corregidor y alcalde de Zaragoza, tuvo claro que era necesario romper con las restricciones impuestas por el Antiguo Régimen. Él creía firmemente que solo a través de la libertad política y el desarrollo de la industria y el comercio, Zaragoza podría liberarse de las cadenas que la mantenían estancada.

Por eso, Alejos Burriel se dedicó a eliminar los privilegios feudales y a impulsar la liberalización económica. Además, se propuso utilizar los inmuebles desamortizados para el beneficio público y la difusión de las ideas de libertad. Su visión de transformación para la ciudad de Zaragoza fue revolucionaria en aquel tiempo.

En este artículo, no solo se analiza el contexto histórico de la época, sino que también se incluye una completa bibliografía. Además, se destaca un pequeño texto de Alejos Burriel que, a pesar de ser citado frecuentemente, no ha recibido el reconocimiento que merece como una propuesta pionera para la transformación de Zaragoza.

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