El Instituto Nacional de Bellas Artes de México tiene como una de sus principales tareas el reconocimiento y la conmemoración de los artistas que han dejado una huella en la historia de la cultura mexicana. Esto adquiere aún mayor relevancia cuando se cumple el centenario del nacimiento de estos artistas.

Un claro ejemplo de esto es Leopoldo Méndez, a quien se celebró con orgullo en el año 2002 y se reconoció como una figura importante en la cultura mexicana del siglo XX. Al igual que José Guadalupe Posada, Méndez es considerado uno de los pilares en la tradición del grabado mexicano.

Sin embargo, el trabajo de Leopoldo Méndez no se limitó únicamente a la producción y exhibición de sus obras. También impartió cursos en el Taller de Gráfica Popular, donde sin duda alguna influyó en la formación de otros artistas destacados en la historia de la plástica nacional.

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