Hoy, en el 108 aniversario del primer descubrimiento de arte rupestre en el territorio granadino, queremos celebrar el legado cultural que ha perdurado a lo largo de los años. El conjunto del Letrero de los Mártires de Huéscar marcó el comienzo de un registro fascinante de yacimientos con este tipo de manifestaciones.

Es gratificante saber que, hasta la fecha, hemos superado la cifra de 75 yacimientos con arte rupestre en nuestra región. Este número representa una riqueza cultural invaluable y un testimonio de la creatividad y habilidades artísticas de nuestros antepasados.

Más del 50% de estos yacimientos han sido descubiertos por los autores de este trabajo, lo cual demuestra su dedicación y pasión por preservar nuestro patrimonio cultural. Cada descubrimiento es como abrir una puerta al pasado, permitiéndonos adentrarnos en la mente de aquellos que habitaron estas tierras hace miles de años.

El arte rupestre nos ofrece una ventana a la vida cotidiana, las creencias y las tradiciones de las antiguas civilizaciones. A través de las pinturas y grabados en las rocas, podemos vislumbrar escenas de caza, rituales sagrados y representaciones simbólicas.

Es impresionante pensar en la paciencia y destreza que requería la creación de estas obras de arte. Nuestros antepasados utilizaban pigmentos naturales y herramientas rudimentarias para plasmar su visión en las paredes de las cuevas y abrigos rocosos.

Preservar y proteger estos yacimientos es de vital importancia. Son testigos silenciosos de nuestra historia y nos conectan con nuestras raíces culturales. Debemos asegurarnos de que las generaciones futuras puedan apreciar y estudiar este legado.

En este día de celebración, recordemos la importancia del arte rupestre en nuestra identidad como pueblo. Agradezcamos a los autores de este trabajo por su dedicación y esfuerzo en descubrir y documentar estos tesoros ocultos.

¡Que viva el arte rupestre y su valor incalculable para nuestra historia!

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